Cuando terminó la tormenta, su casa estaba reducida a escombros. Uno de los tornados que azotó Alabama la semana pasada arrasó con la casa de Greg Cook.
El panorama no era alentador. Su perro, que estaba en la vivienda cuando la estructura se derrumbó, no aparecía por ningún lado. La angustia de Greg aumentaba, y el terror a perder a su mejor amigo, también.
Sin poder esbozar lógicas explicaciones, los amigos de Cook encontraron al animal mientras lo ayudaban a recuperar los pocos objetos reutilizables.
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